martes, 17 de enero de 2012

Tablet o portátil ¿cual será el futuro?

Estaba hoy discutiendo con @pcm020 sobre cual podría ser el futuro de la informática doméstica, aparte de los equipos sobremesa, que en menor medida seguirán existiendo (no hay portátil que aguante una tarjeta gráfica como las que me llevan algunos equipos, entre ellos el mío y eso que ya tiene su edad) si iría por el camino de los tablet o si más bien iría por el camino de los laptop.

Pues voy a intentar contar lo que veo yo el futuro a día de hoy (Enero de 2012) para dentro de unos tres años poder echar unas risas (como suele pasar con las predicciones en estas cosas)
Si echamos la vista atrás vemos que el ordenador portátil no es una idea nueva. Entrando en el mundo PC (había otros ordenadores que se podían mover) IBM lanzó un modelo Portable que sólo pesaba unos 14 kilos. No fue precisamente un prodigio de movilidad. Con el paso de los años y en la década de los noventa empezamos a ver los primeros portátiles portátiles de verdad, aunque apareció una curiosa distinción: los portables (sin batería) y los portátiles (con batería) Los primeros eran versiones reducidas de los modelos de sobremesa que sólo funcionaban con corriente y que pesaban unos 4-5 kilos (al menos) y los segundos eran versiones mucho menos potentes y con baterías que funcionaban nada menos que .... una hora (eso si no cogían efecto memoria y se estropeaban antes) Algunos años después aparecieron los primeros tablet que tenían todas las desventajas de los sobremesas y de los portátiles. Aparte que su pantalla táctil funcionaba de pena. Poco a poco fueron haciéndose más potentes y durando más la batería, a la vez que iban incroporando cosillas como modems (de teléfono) Wifi, puertos USB, grabadoras de CD ... El precio de los primeros portátiles podía oscilar en torno a las 500.000 ptas del año 91 (un sueldo majo en aquella época eran 120.000 pts, uno normalito, en torno a las 90.000) Los médicos bien pagados (en aquella época yo trabajaba con aplicaciones de nóminas para el Insalud así que no hablo de oídas) cobraban unas 400.000 pesetas

Por otro lado y bastante después aparecieron otros aparatitos llamados PDA. Del tamaño de un móvil grande hacía una serie de cosas (muy limitadas) que parecían de ordenador. La mejora de los móviles hizo desaparecer este nicho de mercado, siendo absorbido por los smartphone. Un iPhono o un móvil con android modernillo es mucho más eficaz que cualquier PDA (para empezar, no trae Windows)

Hace algún tiempo aparecieron unos ordenadores portátiles muy pequeños, muy baratos (en comparación con los normales) llamados netbooks, que eran portátiles muy modestos que servían para ver el correo, navegar por internet y hacer pocas cosas más, al menos con una agilidad deseable. Los netbooks están ahora en retirada.

Hace algún tiempo, un señor con barba, jersey negro, vaqueros y playeros revolucionó (de nuevo) el mercado con una cosa que ya estaba inventada, con un montón de limitaciones respecto a otras que habían salido antes pero que a diferencia de las otras, funcionaba. Efectivamente, estamos hablando del iPad. Es mucho más limitado que un portátil pero también mucho más ligero, sus aplicaciones funcionan más rápido y no nos engañemos, poca gente utiliza (o sabe para que sirve) muchas de las capacidades del PC. El iPad era sencillo, ligero y la batería aguantaba como poco el doble que un PC. Arrancarlo es cuestión de pocos segundos y no de minutos como podía ocurrir en algunos portátiles. La competencia se apresuró a lanzar tablets principalmente con el sistema operativo Android, mucho más versátil, pero el HW no acompañaba y el Android estaba pensado para móviles no para tabletas (hasta la versión 3.0) y para conseguir un tablet android competitivo con el iPad había que desembolsar una cantidad de dinero muy similar.

La cuestión es saber hacia dónde irá el futuro (tomar nota a partir de aquí para las risas en 2015) si hacia el portátil o hacia el tablet. Actualmente hay una nueva tendencia en los portátiles llamados los ultrabooks. Estos son ordenadores en la línea del Macbook Air, ordenadores portátiles con todas sus prestaciones con la característica de ser ligeros. Parece ser que quien se lleve el gato al agua debe ser ligero. Aquí los tablet llevan ventaja, pero los portátiles van por el buen camino. La duración de la batería es otro factor a favor de los tablet, aunque yo pienso que los tablet van a ser cada vez más potentes, con lo que van a mermar en su autonomía, equiparándose a los portátiles.

El sistema operativo dominante en los portátiles el es Microsoft Windows, aunque no hay que olvidar el sistema operativo de Apple (con base UNIX) y el Linux. Android (base Linux) viene empujando muy fuerte en los dispositivos móviles, no solo teléfonos, sino también tablets, set-top-boxes y otros dispositivos y cada vez es más completo. Un portátil con Linux es más barato que uno con Windows.

La capacidad de almacenamiento de los portátiles es por el momento, muy superior respecto a los tablet (un portátil baratito tiene al menos el doble de capacidad de almacenamiento que el iPad con más capacidad) Aunque muchos ultrabook incorporan unidades SSD (más pequeñas pero mucho más rápidas) la llegada de un nuevo concepto está relegando la necesidad de tanto almacenamiento: la nube. La información deja poco a poco de permanecer en local a pasar a sistemas en internet, permitendo el cambio entre diversos dispositivos de manera transparente para el usuario (por ejemplo, el libro que estoy leyendo en el Kindle para iPad mantiene la misma página en el Kindle para Android) Cierto que parte de la información no debería residir en la nube por razones de confidencialidad, pero por ejemplo, para mí es más fácil dejar mis fotos en los álbumes de Picasa que andar llevándolas por diversos dispositivos. Y picasa funciona en Windows, Android, Linux, ... cualquier cosa con un navegador.

Al final quien se llevará el gato al agua será quien antes mejore los mecanismos de entrada de información. Ahora mismo el teclado del portátil no tiene equivalencia en los tablet, salvo que recurras a teclados externos, aunque la cosa ya está cambiado. El ASUS eeepc transformer permite tener un tabler o un portátil, según nos interese con sólo soltar el teclado. Aparte de eso ASUS va un paso más allá, con el PadPhone, un teléfono dentro de un tablet que se puede separar.

Si tengo que apostar, creo que el futuro será del tablet, muy mejorado, pero con algo más. Un tablet con un teclado acoplable a voluntad como en el caso del Transformer, que aporta más autonomía, puertos USB, etc. Cuando hace falta el teclado se usa todo, si no es preciso sencillamente se quita. Incluso creo que la integración con equipos de visualalización mayores (la tele de toda la vida) también se llevará a cabo (y antes de lo que pensamos) Ya he visto set-top-boxes (lo que era el disco multimedia) con Android que permite ver películas, navegar por internet, jugar (adiós a parte del mercado de consolas) al precio de un vídeo VHS de los de antes (y no de los caros precisamente)  Buena parte de la información se guardará en la nube y podremos cambiar de sistema sin apenas hacer nadar (servicios seamless) al final, la frontera entre el tablet y el portátil desaparecerá (será la unidad con teclado de quita y pon) y a medida que mejores los sistemas de voz el teclado perderá parte de su importancia aunque no desaparecerá del todo (sigue habiendo que meter contraseñas y no es buena idea hacerlo en voz alta)

2 comentarios:

Sunner dijo...

Buen análisis, me gustaría haber participado en esa discusión, lo echo de menos.

Con respecto a la "pega" que le ves a los tablets actuales de la entrada de datos, yo comentaría la gran promesa que sigue en el aire y sobre la que día a día se ven avances: el reconocimiento de voz. El día en que esa tecnología este madura, el teclado no se hará tan necesario.

Pablo dijo...

Sunner estoy contigo que la entrada de datos es el punto débil de las tablets, pero lo de voz, "eso no lo vemos nosotros" funcionar bien. Por ahora no queda otra que añadirles teclados

Armaduras.

He de reconocer que últimamente no me estiro demasiado en el tema bloguero este. Tampoco voy a molestarme en hacer propósito de enmienda so...