lunes, 19 de abril de 2010

Bruselas regulará los derechos de autor

Leo hoy en la prensa la siguiente noticia. El titular es un poco sensacionalista pero básicamente afirma que Viviane Reding la vicepresidenta del Parlamento Europeo y comisaria de Justicia, Derechos Fundamentales y Ciudadanía desea regular el tema de los derechos de autor a nivel europeo.

Lo cierto es que no se asustarme o esperanzarme. Depende de lo que haga esta buena señora y la comisión europea el que me alegre o no. Que conste que yo soy partidario de que cada cual cobre por su trabajo como he dicho en anteriores ocasiones pero de lo que no soy partidario es que se me tome por delincuente, obligándome a pagar una indemnización por delitos que puedo llegar a cometer por el simple hecho de comprar un disco duro para el ordenador o una impresora (por cierto ¿alguien ha hechado cuentas de lo que cuesta imprimir un libro por una impresora de inyección como las que tenemos en casa? Es interesante) Tampoco soy partidario de financiar modelos de negocio obsoleto solo porque el lobby de turno lo diga (por ejemplo tengo mi casa como 400 CD originales y que no me vengan con que no puedo copiarlos para llevarlos en el coche, meterlos en el móvil o llevarlos a casa de mi suegra por si quiero oir música cuando vaya)

Lo cierto es que espero una regulación que limite los todopoderosos derechos de la SGAE a unos niveles razonables (que ni todo gratis, ni cobrar hasta por cantar en la ducha) o más, bien, los todopoderosos derechos de las indusctrias discográficas a los que la SGAE hace el trabajo sucio y las que por cierto, son las que presionan al Gobierno vía Gobierno de EEUU, presionado a su vez por los lobbies discográficos. Pero por otro lado, también tengo miedo. Podría venir una regulación mucho más agresiva que la española, estilo Francia o Reino Unido y podríamos perder lo bueno que tenemos ahora, como el derecho a la copia privada. Todo dependerá de lo que presiones a la UE y lo que aguante ésta, si es que quiere aguantar, porque lo de la señora Reding puede ser buena voluntad o intereses espúreos.  El tiempo dará o quitará razones.

Ya lo dijo Don Francisco de Quevedo hace muchos años: Poderoso caballero es Don Dinero

jueves, 15 de abril de 2010

A falta de pan ... (más sobre libros electrónicos)

El otro día quedé gratamente sorprendido (para que voy a engañarme, me ha gustado) al ver que uan entrada de mi blog llegó a Menéame y no solo eso, sino que más de 1000 personas lo consideraron digno de atención y lo votaron. Muchas gracias a todos, en especial a quien lo haya llevado a Menéame.

Lo malo es que aparte de esta noticia veo esta, esta y esta otra. En la primera nos enteramos que Hacienda dice que el IVA de los libros electrónicos se queda en el 16% (el 18% a partir de junio) a pesar de que la Ministra de Cultura había dicho que sería del 4% (para una cosa que iba a hacer bien ...) dado que no se vendían en un soporte físico. Habida cuenta la capacidad de los soportes físicos (lo más pequeño que se me ocurre ahora es un CD de 700 Mb) y el tamaño de los libros es un poco ridículo. Espero que no los distribuyan en disquetes, porque hace años que he quitado la unidad de disquete a mi ordenador. No obstante, con esto soy optimista. Entiendo que Hacienda se basa en una ley obsoleta (como tantas) y que será enmendada.

La segunda es más preocupante, tanto para la industria como para el usuario legal. Como en mi anterior entrada sobre el DRM en los libros comento, el tema del DRM es los libros es una causa perdida. Una cosa es que pongas un DRM normalito mas que nada, para guardar las apariencias y otra que intentes proteger tus libros con DRM. Eso va a fracasar. Cada lector es de su padre y de su madre y va a haber que desarrollar un DRM específico para cada uno. Lo más seguro (como he visto en mi intento de adquirir un libro gratuito en El Corte Inglés) que ni siquiera sea compatible con el lector sino que será con algún cliente específico (SONY dice que abandona su DRM para pasarse al de EPUB) Ya he dicho que con la otra noticia era optimista, con esta soy pesimista. Durante un tiempo, no van a ser más que complicaciones para los usuarios legales que en muchos casos se verán frustrados de poder leer sus libros adquiridos en las tiendas. Y no te digo los problemas que tendrán cuando quieran cambiar de lector. Porque, no nos engañemos, los que tenemos un lector de libros electrónicos somos de culo inquieto en temas tecnológicos y a lo mejor el próximo año estamos leyendo en un iPad por poner un ejemplo y dentro de dos, en un Kindle DX o lo que haya por aquel entonces. Yo en mi casa me he podido llevar los libros de la estantería de melamina a la que me hizo el carpintero en madera pero ¿podré hacer eso con mis ebooks?

La tercera noticia no por conocida es menos inquietante. Conocida es la voracidad de la SGAE por todo aquello que suena (yo no canto en la ducha, así que no pago a la SGAE) y no veo ninguna razón de proqué CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos) no quiera hacer otro tanto con obras con licencia C&C o con clasicos porque claro, Espasa Calpé habrá ganado algún eurillo con mi ejemplar de La Guerra de las Galias, de Julio César (digo esa editorial porque el ejemplar que poseo ha sido editado por ella, no por ninguna animadversión hacia esa editorial a la que por cierto estoy agradecido de que editara obras clásicas)  pero me da a mi que el autor no ha cobrado ni un as. Y dudo que su hijo tampoco, ya que a Cesarión lo quitó de en medio Augusto. A lo mejor podríamos considerar que hay algún derecho por la traducción y el alojamiento en la WEB, pero no al mismo precio que el libro.

Espero que todo este artículo no se interprete como que no quiero que las editoriales escritores, empresas ganen dinero. Yo no soy un fan de la cultura gratis porque si (aunque tampoco considero que quien se baja un disco sea un delincuente) pero si de pagar las cosas a su justo precio (y ese no es pagar un ebook al mismo precio que un libro en papel) y menos, tener que pagar varias veces por lo mismo si cambio de soporte y/o ordenador.

La industria del disco está empeñada en un modelo obsoleto (o más bien no acaba de encontrar otro modelo de negocio tan claro) y a la industria del libro le va a ocurrir otro tanto si no espabila. Todavía está a tiempo, pero el tiempo pasa muy deprisa .... y sólo tienen que mirar a ver qué está vendiendo más Amazon.

Como colofón voy a dar una sugerencia a editoriales periodísticas (lo cierto es que la idea no es mía, la he oido por ahí, pero no recuerdo dónde) No se qué periodico regala una TV por suscribirse durante un año. Pues en lugar de eso, regalen un iPad (o similar, pero ese está de moda ahora mismo) y que el periodico se lo bajen de modo electrónico y al año siguiente, bajen el precio de la suscripción a la mitad. Y los libros que venden los fines de semana, véndanlos en formato electrónico también a un precio más reducido.

A lo mejor les va mejor que enfrentándose a los usuarios.

Conducimos bastante mal ....

Cuando empecé a hacer este blog no tenía muy claro sobre qué quería escribir en concreto, con lo que más o menos escribía sobre lo que me parecía. De hecho, lo sigo haciendo. En su día, tras un viaje, me dio por escribir sobre el tráfico y creo que hoy lo voy a volver a hacer.

Cuando salía de trabajar, en torno a las seis y pico las siete el cielo estaba oscuro como si estuvieramos en invierno. Teníamos encima una tormenta bastante fea. No es normal este tiempo en estas fechas, pero llevamos una semana muy desagradable climatológicamente hablando. Viento, frío, lluvia ... vamos, un encanto de primavera. No es que sea fanático del sol, pero es que este año el invierno se está poniendo un poco cansino.


Pues tras salir del trabajo me encamino al coche esperando a ver si aguantaba 30 segundos más antes de descargar ... y mira, por una vez, las gotas empezaron a caer cuando estaba dentro del coche (lo normal es que acabe empapado antes de entrar) Es una lluvia fuerte, de esta que no deja ver mucho y encima, como no había llovido mucho antes, levanta agua y barro, lo justo para tener que frenar e irte. El recorrido del trabajo a mi casa son unos 15 kms por carretera de doble sentido y otros 4-5 por ciudad. Si alguien vive en Madrid o Barcelona, pues no sabe lo que es. Tardo unos 20 minutos en hacer ese recorrido ... cuando hay tráfico. Si no lo hay, tardo menos (no mucho menos, pero ayuda a ir pensando en tus cosas si no te preocupas de otros coches)

Como he dicho era un dia feo, con mala visibilidad por la lluvia, con poca luz por las nubes ... y me he cruzado con muchos coches con las luces apagadas. De hecho, había coches que solo se veían cuando estabas sobre ellos. Creo que fue ayer cuando salió una encuesta en que los españoles no conocían las señales de tráfico. Debe ser cierto, porque al salir del parque un coche nos adelantó a todo trapo a mí, al coche que iba delante y a un camión, comiéndose al pasar a éste la señal de prohibido adelantar y media curva sin visibilidad. Todo ello con un chaparrón. Por si fuera poco, tenía detrás mío, a pocos metros una furgoneta (por supuesto sin luces) que no me iba a delantar (no había otro sitio para adelantar en algunos kms) y que estuvo todo el rato poniéndome nervioso (he sufrido un par de alcances por detrás y no me hace la menor gracia) Si hibieramos tenido que frenar por cualquier razón me hubiera llevado por delante (el suelo tenía más de un cm de agua)

¿tan complicado es guardar la distancia? ¿acaso la gente no se da cuenta de que es peligroso? y respecto a las luces ¿tan complicado es encenderlas cuando se ve mal (y no digo las de posición, digo las de cruce? Cuando te cruzas con 20 coches con las luces dadas y tú no las llevas ¿no has pensado que a lo mejor quien lo hace mal eres tú?

Saludos y cuidado en la carretera. Ahora que tengo a alguien que me lee, no quiero que le pase nada.

martes, 13 de abril de 2010

Los libros y el DRM

Ya puestos en harina sobre los libros electrónicos voy a hablar un poco de la protección de los mismos: el tan famoso, denostado, caro, molesto e inútil DRM

¿Qué el el DRM? Pues ni más ni menos que el acrónimo en inglés de Gestión de Derechos Digitales. Se trata de proteger los derechos de los autores para que nadie copia su obra de manera ilegal. Lo cierto es que yo estoy a favor de todo el mundo cobre por su trabajo (autores incluídos, por supuesto) pero en el caso de los libros, creo que las protecciones es un intento de ponerle puertas al campo ¿por qué razón? pues muy sencillo. Es imposible proteger una cosa como un libro, al menos, los libros normales, los que tenemos en las librerías y en las grandes superficies. Otra cosa es que quisieramos una copia pirata de un libro como el Beato de Liébana pero este no el caso.

Habitualmente la forma de proteger el libro es mediante un fichero codificado o protegido de alguna manera especial. Esto puede probarse de manera gratuita en la librería de ebook de El Corte Inglés, dónde tenemos un apartado de libros gratuítos. Me he puesto a bajarme alguno con intención de llevarmelo a mi lector, pero resulta que aunque fuera de pago, no me lo podría llevar a mi lector, sino que tendría que leerlo con un programa especial de Adobe, en el ordenador. Y esto nos lleva a uno de los graves inconvenientes del DRM: molesta más a los usuarios legales que a los ilegales. Tengo que dar mil vueltas para poder llevarme una obra por la que he pagado, no puedo hacer anotaciones ni coger párrafos del texto. Curiosamente, con la versión pirata, puedo hacer eso y más (la puedo cambiar de formato, llevarla a varios dispositivos, etc) No es la industria del libro la única capaz de fastidiar al usuario legal en detrimento del ilegal. En mi colección original de DVD's Star Wars tengo que esperar varios minutos para poder empezar a ver la película. Si quiero cambiar el idioma en medio de una escena he de pasar por el menú y encima, en muchos DVD originales tengo que tragarme un anuncio infumable que me acusa de ladrón y que no puedo pasar. Con las versión bajada de internet nada de eso pasa. A ver cuando las empresas son conscientes de que sus protecciones sólo molestan a los usuarios legales.

El libro electrónico tiene otro inconveniente para las protecciones. Y este pequeño problema es que son absolutamente inservibles. Los libros convencionales pueden ser escaneados y luego, leidos con un OCR (salvo que hagan esas cosas tan feas como poner papel marrón y tinta negra, pero claro, eso tampoco es cómodo para leer) Con un libro electrónico se puede hacer exactamente igual, con la ventaja de la letra se puede ajustar para que el OCR la lea mejor. Y doy fe que los OCR actuales leen muy rápido y muy bien (hace tiempo pasamos a formato electrónico un libro escaneado en papel en baja calidad y el porcentaje de acierto fue muy alto. El libro se puede encontrar aqui y es legal ya que tenemos la autorización de la familia del autor para publicarlo en español)

Reconozco que no quedaría serio que los libros electrónicos vinieran con un formato que cualquiera pudiera copiar pero, señores de las editoriales, no se maten en proteger los libros ni gasten mucho dinero en ello. Aparte de fastidiar al usuario legal, no merece la pena el gasto.

domingo, 11 de abril de 2010

Crónica de una hostia anunciada (libros electrónicos)

Anteriormente ya publiqué en este blog que actualizo de pascuas a ramos que tenía ganas de tener un lector de ebooks.Pues bien, resulta que ya lo tengo. Un amigo me ha traído uno desde EEUU que curiosamente, cuesta aproximadamente un 40% menos de lo que cuesta el mismo modelo en España, eso teniendo en cuenta que el mío trae una funda rígida de polipiel que no tiene el que se vende en España y que cuesta 29 $.

Lo cierto es que esta entrada no va referida al lector, con el que estoy muy contento, salvo por el hecho de que me gustaría que el fondo fuera más blanco, menos gris. Lo que me gustaría comentar es que no entiendo que está haciendo la industria editorial española con los libros electrónicos. Se dice que no hay nada mejor que escarmentar en cabeza ajena, pero parece ser que las editoriales no aprenden de sus primos musicales.

Lo primero que se encuentra una persona que consigue un lector de libros electrónicos es como darle de comer al bisho. Hay libros clásicos que se encuentran fácilmente en la red y que pienso no deben pagar derechos de autor (si eso, que me indiquen dónde envío los derechos a Flavio Josefo por su Guerras de los Judios o a Cervantes, aunque en este caso, ambas ediciones en papel están en alguna parte de mi biblioteca personal) pero claro, no solo de clásicos vive el hombre (al menos yo) y no es que pida leer a Dan Brown (¡vade retro! aunque me acuso de haberlo leído, dios, que cosa más mala) pero mira, siempre te apetece leer algo actual de vez en cuando, como la saga Millenium (que todavía no he leído)

Pues si pensamos un poco en un libro de papel, podemos ver que tiene una serie de gastos. Lo primero, hay un señor que lo ha escrito y que querrá que le paguen por su trabajo. A continuación, ese libro, hay que maquetarlo, cosa que no debe ser muy costosa ya que la mayoría de autores deben escribir con  procesadores de texto y eso simplifica mucho las cosas (excepción de Peter Berling que creo escribe a mano) Si el autor no escribe en español, alguien debe traducir el libro a nuestro idioma (y a ser posible, bien) Después, ese libro hay que imprimirlo, lo que implica una industria de impresión, fabricación de papel, transportes, ... y al fianl llega a una tienda. El señor librero debe pagar unos gastos por su tienda (en propiedad o en alquiler) luz, calefacción, agua, IBI, empleados, espacio de almacenamiento, aparte por supuesto de su margen comercial ya que la gente (yo mismo incluido) suele trabajar para vivir. Podríamos entender que de todo esto el libro tiene un coste.

¿qué pasa con el libro electrónico? Sigue estando el autor, traductor (si es preciso) maquetación ... y poco más. El libro se puede vender por una WEB (tengo un amigo que tiene una web semicomercial que le cuesta 600€ al año que paga con la publicidad de las visitas) y no precisa mucho más. Los gastos del librero (que tiene que pagar muchos gastos fijos) y su margen (que es considerable en el precio del libro, pero a él ya le llega caro) no son precisos. Entocces ¿a qué precio se venden los libros? Pues ahí está la gracia. Tenemos dos casos, a cada cual más sangrante:
- Directamente, el libro no se vende. Si uno busca la mayor parte de los libros actuales en papel no encontrará la forma de comprarlos legalmente, al menos, en español. Esto tiene una segunda parte. Aparte de no encontrarlos de manera legal, es fácil encontrar versiones no legales descargables. Haciendo un poco de memoria podemos recorda que el libro de J.R.Rowling Harry Potter y las reliquias de la Muerte estuvo disponible en Internet en español antes que en las tiendas. La comunidad lo tradujo del inglés y lo puso a disposición de las usuarios antes que la propia editorial.
- El ebook se vende más caro que la versión en papel ¿pensáis que estoy de coña? Pues como muestra, un botón: Los tigres de Mompracem, de Emilio Salgari (libro actual dónde los haya)
PVP ebook: 14.94
PVP papel: 10,25

Ambos libros se venden en El Corte Inglés. Ahora desafío al lector a buscar los libros de Millenium de forma gratuita. Una pista, sólo hay que poner en un buscador "hombres no amaban mujeres pdf" (o epub) Y del coñazo del DRM para los libros, ni hablo.

¿qué va a pasar? El ejemplo está claro en el mundo de la música. Las ventas han disminuido a causa de las descargas alegales (no son ilegales si no hay lucro) pero los libros, a diferencia de los discos o las películas, tienen un grave problema: mientras que una película de buena calidad ocupa un Gb o más, en ese mismo espacio, te puedes bajar una biblioteca completa. Un libro ocupa 2-3 Mb en un fichero Word, RTF, pdf o epub.

El riesgo que corren las editoriales es que dado que (en España) no ofrecen una gama suficientemente amplia la gente se va a acostumbrar a bajarlos gratuitamente de la red y esa es una costumbre que va a ser muy difícil de erradicar.

Armaduras.

He de reconocer que últimamente no me estiro demasiado en el tema bloguero este. Tampoco voy a molestarme en hacer propósito de enmienda so...