jueves, 5 de abril de 2012

Magufada de temporada: la Sábana Santa (de nuevo)

Como todos los años, llega la Semana Santa y con ella el magufo de siempre: La Sábana Santa.

Una de las más interesantes características de los seguidores de la famosa sindone es el inventarse sucesivas explicaciones para justificar la antigüedad de la misma, datada en el siglo XIV por la prueba del carbono-14, cosa que curiosamente coincide con la declaración de un obispo de la época (afirmando que es una falsificación) y que coincide con la aparición del susodicho objeto.
El santo magufo de Turín.

Hasta ahora se habían dedicado a afirmar que la prueba del Carbono era errónea (aunque curiosamente coincidía en las tres pruebas que se habían hecho y que también habían acertado en las muestras de referencia) que el fragmento de la tela que habían usado era erróneo, que si la muestra estaba contaminado, que si la habían limpiado (precisamente para evitar lo anterior) La última explicación es que ha sufrido un incendio que alteró el carbono-14. Curiosamente de todas las explicaciones, esta es la más ridícula.

¿Qué el es el carbono-14? Pues es un isotopo del carbono que es radiactivo. Para tranquilidad de los aprensivos, este isótopo sólo se presenta como trazas entre el carbono normal, aproximadamente un átomo por cada billón de átomos de carbono. Este isótopo se genera en la parte alta de atmósfera, al recibir los átomos de nitrógeno (7 protones, 7 neutrones) el impacto de un neutrón proveniente del viento solar. El nitrógeno pierde un protón y en su lugar se queda con un neutrón, con lo que pasa a tener 6 protones y 8 neutrones (6 protones=carbono) La producción de estos átomos depende de la intensidad del viento solar, pero su variación es controlable, al menos hasta el año 1945, en que la humanidad se dedicó a explotar bombas atómicas en la superficie.

El carbono formado en las capas altas de la atmósfera cae a la superficie y es absorbido por los seres vivos a lo largo de su vida de forma más o menos constante. En el momento de la muerte, el ser vivo deja de absorber carbono y la proporción de carbono-14 empieza a descender. Al medir la radiación beta emitida por la materia orgánica es posible determinar con una precisión más que aceptable la fecha de la muerte del ser. En el caso de la sábana en cuestión, la fecha de producción del lino de que está hecha.

La prueba asegura que la sábana es de aproximandamente el siglo XIV, cosa que curiosamente coincide con su aparición en Onccidente. La explicación de los sindólogos esta incongruencia, según ellos, se debe a un incendio que sufrió en 1532 pero claro, eso no puede ser. Por un lado, los isotopos se reparten por igual por todo el cuerpo, a diferencia de los componentes químicos con lo que si se quema una parte, el resto sigue respondiendo de la misma manera. Otra posibilidad es que el calor del incendio alterara el carbono-14, pero eso es imposible. El carbono-14 no son vitaminas que se pueden destruir en la cocción. Vamos a ver cómo es el proceso de desintegración del carbono-14.

Como hemos dicho antes, el carbono-14 dispone de 6 protones y 8 neutrones. El carbono-14 decae en nitrógeno-14 por medio de la desintegración beta ¿y qué es eso? Pues que tanto los protones como los neutrones están compuestos de quarks, concretamente de tres cada uno. En el caso del protón, son dos quark UP y un quark DOWN y en el de los neutrones, dos quark DOWN y un quark UP. La fuerza electrodébil provoca el cambio de un quark DOWN en un UP con lo que la partícula cambia a protón, emitiendo a la vez un electrón (radiación beta) Tras esto el carbono-14 pasa a tener 7 protones y se convierte en nitrógeno.

Desintegración beta (fuente: wikipedia)
La cuestión es que un incendio no puede provocar una desintegración beta dado que un incendio es sólo una oxidación relativamente violenta. La oxidación no es más que un intercambio de electrones en la corteza de los átomos con emisión de energía (calor) Dado que se produce en la corteza del átomo es imposible que acceda al interior del núcleo, al menos en cantidades suficientes como para alterar la proporción de isótopos.

Existe la posibilidad de separar los nucleones, como es el plasma de Quark-gluones, un estado en que los quark están libres pero eso se produce a altísimas energías, imposibles de producir con un simple incendio ya que se precisan aceleradores de materia como los sincrotrones eso sin contar con que la sábana hubiera quedado destruida.

También es posible combinar la fuerza electromagnética y la fuerza nuclear débil, causante de la desintegración beta formando algo llamado fuerza electrodébil, pero claro, precisa unos mil billones de grados, temperatura ligeramente complicado de conseguir con un incendio.

Felices vacaciones, no vemos el próximo año con la próxima explicación al magufo.

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