miércoles, 19 de octubre de 2016

¿Encuentras analogía en tu empresa? Pon tu sector en los comentarios (Gaticos inside)

En otro día estuve escribiendo cómo me parece que las cosas van a cambiar a un plazo más corto de lo muchos se esperan y se me ha ocurrido una analogía que me gustaría que leyeras y si te identificas con lo que se describe, si consideras que en su empresa y/o sector está pasando algo similar y sobre todo, se toman medidas para paliarlo similares, pon en los comentarios el sector en qué trabajas, no hace falta que menciones la empresa. Si consigo un número de comentarios razonable haré un resumen por sectores.

Por supuesto, no es una encuesta fiable al 100% (ni mucho menos) pero creo que puede ser un interesante ejercicio y más que nada, para saber que no estamos solos. Vamos allá con la historia.
Vamos a ponernos cómodos, que huele a rollo cosa mala.

Hace muchos años había dos países separados por un mar muy peligroso: vientos, tormentas, nieblas y peligrosos bloques de hielo flotantes hacían muy peligroso el adentrarse en este mar.

Uno de los países tenía minas y fábricas, pero carecía de campos para producir alimentos, así como de otras materias primas, por ese motivo tenía poca población.

El otro país disponían de amplios campos que producían excelentes cosechas de cereales y grandes praderas dónde prosperaban amplios rebaños ganaderos aunque carecía de industrias y de recursos minerales con lo que el rendimiento de la agricultura no era el deseado.

En el centro del mar que separaba a ambos países había una isla no demasiado grande cuyos habitantes se dedicaban principalmente a la pesca. Dado que cerca de su isla no había muchos peces se habían convertido en grandes navegantes y visitaban regularmente ambos países para vender sus pescado y a cambio obtenían herramientas, cereales, algodón, carbón, ...... Aquí vivía un pescado llamado Erik, que llevaba toda la vida dedicada a la pesca y era el capitán más experto de toda la isla. Jamás una tormenta le había hecho perder un barco y siempre era el que más peces traía y mejores negocios hacía en los puertos de los países vecinos. Erik tenía un hijo llamado Jan que era casi tan buen navegante como su padre pero a diferencia de su padre, tenía una visión más amplia.

Así de contentos quedaban los peces
de lo bien que los pescaban.


Jan, el hijo de Erik se dio cuenta que los productos que compraban en uno de los países escaseaban en el otro y al revés, con lo que pensó, si me dedico a transportar mercancías de uno a otro, puedo ganar mucho dinero. Y dicho y hecho, cogió su barco de pesca y una vez cargado de pescado se dirigió al país agrícola donde cambió su pescado por algodón y cereales pero esta vez, en lugar de volver a su isla, se dirigió al país vecino, donde vendió todo a un precio mucho mejor y compró arados, telas y otros instrumentos manufacturados. Con su barco rebosante de mercancía Jan, el hijo de Erik, se dirigió al primer país y de nuevo vendió sus artículos por un precio mucho mayor del de compra.  A pesar de los peligros de cruzar el mar el beneficio merecía la pena. Al igual que Erik, su padre, era un marino experto que conocía bien el mar y sabía lidiar con las tormentas y los peligrosos icebergs

Con el tiempo fue prosperando, construyendo más barcos más grandes, más rápidos y mejores. Su pequeño negocio se convirtió en una gran empresa y cuando se hizo mayor sus descendientes continuaron con el negocio, siendo cada vez más ricos.
Todas las grandes empresas tienen
comienzos modestos.


Con el tiempo los descendientes se empezaron a olvidar de lo que era el mar y sólo se ocupaban de sus negocios. Ya no querían a capitanes expertos, eran muy caros, total, cualquiera podía llevar un barco. Los mapas y la brújula y el GPS te llevaban al puerto y cualquiera podía llevar el barco. Y los barcos se empezaron a estrellar con los icebergs, pero eran pocos y el beneficio era todavía muy grande. 

Los herederos querían todavía más beneficios, con lo que  se fijaron en los maquinistas. Eran gentes muy preparadas y que trabajaban mucho y que cobraban mucho dinero y como total, las máquinas no se estropeaban casi nunca, se prescindió de la mitad de ellos, poniendo a otros más baratos. La cosa al principio funcionó bien, pero las máquinas empezaron a estropearse con más frecuencia y los barcos a llegar más tarde pero la cosa todavía funcionaba.

El mayor coste de que tenían ahora las travesías (había barcos que se hundían, motores que se averiaban y retrasos) había que compensarlo de alguna manera y los caros botes salvavidas fueron reemplazados por botes de goma mucho más baratos y los equipos de extinción ¿para qué sirve eso si los barcos nunca se queman? Si está todo lleno de agua.

A pesar de todo el negocio seguía funcionando. No era tan rentable como en los viejos tiempos pero a cambio era mucho mayor con docenas de barcos surcando el peligroso mar. En los viejos tiempos el patrón no hubiera permitido perder un sólo barco y ahora se hundían varios cada año pero ¿qué importa? siempre hay más y muchos fletes, no pasa nada por perder unos cuantos. Si se pierden es porque los patrones no saben hacer su trabajo y no son profesionales. El hecho de que el barco se caiga a pedazos y las máquinas se estropeen no es relevante. La capacidad de navegación, la experiencia y la capacitación están sobrevaloradas. Se valora más a los capitanes por ahorrar en los viajes (por ejemplo echando combustible de menor calidad o contratando tripulaciones menos preparadas mucho más baratas) que por hacer la travesía sin riesgo o cargar y descargar el barco en mejores puertos. Total, eso ya no es nuestro problema, es el cliente quien se encarga de la carga y descarga. No vamos a atracar en puertos grandes y con grandes grúas, que nos cobran mucho.

¿Está usted seguro de que esa política de empresa
funciona bien?

Mientras, una serie de locos y visionarios habían inventado una cosa rara: una especie de cilindro con una especie de plataforma a los lados que ¡¡¡ volaba !!! ¡ Eso era cosa de locos ! Encima, se plegaban a lo que quería el cliente. Si el cliente quería algo rápido, se lo daban. Si lo quería en el interior del país, se lo llevaban, si estaba inaccesible, se lo enviaban en un paracaídas.  Encima sacaban cosas nuevas como el transporte de personas, viajes turísticos, ....
Cosas que vuelan ... eso no tiene futuro.
Y con un piloto tan feo, menos aún.
Por supuesto que la cosa no podía quedar así. No iban a permitir que unos advenedizos frikis que no tienen idea de números y a los que sólo se les ocurren cosas peregrinas como cambiar los motores de fuel oil de toda la vida por ¡motores eléctricos! ¡dónde se ha visto eso antes! nos llevaran el mercado y por ellos, construyeron barcos más grandes, más caros y más impresionantes y los equiparon con los motores más baratos y la tripulación más económica que encontraron. Que no hablaran el mismo idioma que el capitán no era problema. También eran un poco raros. En lugar de trabajar desde las ocho de la mañana a las seis de la tarde lo hacía desde las nueve de la noche a las seis de la mañana, pero eso no es un problema. Claro que un capitán se quejó de que ordenó un cambio de rumbo a las doce del medio día para esquivar un iceberg y cuando el timonel se puso con ello a las once de la noche ya habían rozado parte del barco con un iceberg. Pero eso es cosa del capitán que no se quiere poner a la labor.

Aparte de eso, el tiempo iba empeorando con el tiempo los bloques de hielo eran cada vez más abundantes y los capitanes no sabían que hacer, como hemos dicho, estaban elegidos por su pericia a la hora de ahorrar, no a la de navegar. Pero la empresa ya sabía que hacer para enmendar la situación.

En primer lugar sacó una campaña en prensa para desprestigiar a esos recién llegados del transporte aéreo. que si no era seguro, que si no era lo de siempre, que si destruía puestos de trabajo. Toda la empresa era una a la hora de transmitir el mensaje. Aquellos que pensaban que deberían meterse en el negocio del transporte aéreo fuero despedidos o apartados.

En segundo lugar, se redujeron los costes para paliar el aumento de los accidentes con los bloques de hielo. Se despidió a los vigías, que no eran más que una panda de alarmistas. Se redujo el número de marineros en los barcos pero se dejó a los capitanes expertos en ahorrar. Para ayudar a estos se reclutó a una pléyade de vendedores con la misión de ayudar a vender las mercancías en los puertos. El que no conocieran las materias que transportaban no era relevante eso se vendía solo (o eso pensaban) Los de los aviones con el puerta a puerta están haciendo mucho daño. Ahora ya empiezan a traer cosas de encargo (el cliente le da al del avión por ejemplo madera y el piloto vuelve del otro otro país con un mueble hecho de encargo) Nosotros no vamos a caer en esas demagogias y tonterías.

Como el número de accidentes con los icebergs se multiplica hay que paliarlo de alguna manera y hacemos barcos con el casco más fino. Eso de la capacidad marinera del barco está sobrevalorado. La cosa sale muy bien .. al principio. Los primeros barcos salen más económicos y es un éxito ... lo malo es que a destino cada vez llegan menos y los beneficios de la empresa caen y caen.
Pues no sé que les ven de malo a los nuevos barcos.
Salen genial de precio.


Entonces en el consejo de administración se oye una voz profunda que dice ¿qué vais a hacer ahora? habéis destruido la empresa y no sabéis que hacer. Todos los miembros del consejo se giran a ver quien ha osado echarles en cara su labor y no ven a nadie ... la voz parece salir del busto del hijo de Erik: Jan, el pescador que supo ver el futuro. 

Mientras tanto, uno de los propietarios de las nuevas empresas, esos locos que no saben nada del negocio y que se dedican a frikadas tecnológicas está pensando en comprar la vieja compañía naviera aprovechando que está muy barata. A lo mejor usa alguno de sus barcos para lanzar un cohete a Venus o quizás a Marte.

Menudo tostón ... voy a reescribirlo yo y ponerlo mejor.

Por supuesto, esto es un cuento alegórico, que nada tiene que ver con la realidad, claro que si le encuentras alguna similitud y te apetece dejar un comentario con el sector en que trabajas (no hace falta la empresa) pues igual luego lo recopilo y nos echamos unas risas.


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