viernes, 28 de diciembre de 2012

Los santos inocentes

Hoy día 28 de diciembre se celebra la fiesta de Los Santos Inocentes. Aunque la tradición en España es la de gastar bromas, la cosa que presuntamente conmemora no es para nada graciosa: la orden del Rey Herodes de matar a todos los niños menores de dos años en Belén. Según algunos, el numero de víctimas podría haber sido de varios miles, cosa absurda dado que Belén es un pueblo con unos 25.000 habitantes en la actualidad y es imposible que hace 2.000 años hubiera semejante cantidad de niños en una aldea, eso sin contar que Herodes fallece en el año 4 AEC con lo que si la matanza incluye a los niños entre cero y dos años, se está relatando algo que ocurriría cinco años después de la muerte de Herodes ... claro que la coherencia nunca ha sido el fuerte de la Biblia.

La cuestión es que detrás de las leyendas a veces hay algo de verdad. No hay ninguna mención a ninguna matanza de ese estilo pero si hay algo que podría (no tiene por qué la explicación real) explicar la leyenda de los inocentes.

Hay una persona que vivió desde el 37 EC al 101 EC llamado Joseph ben Matityahu o mejor conocido por su nombre romano: Titus Flavius Josephus  un historiador (o lo que por aquel entonces se entendía por tal) que narra la historia de los reyes judíos del último siglo hasta la destrucción del Templo de Jerusalén a manos de las tropas de Tito. Llama la atención el peloteo que dedica a sus "jefes" Vespasiano y Tito. Uno podría comprenderlo dado que Josefo era el líder judío durante el sitio de Jotapata y que no se quedó allí de casualidad. Incluso, uno de los primeros algoritmos de los ordenadores lleva su nombre: el dilema de Flavio Josefo (o como salvar el cuello liquidando a los compañeros) Lo que llama la atención de la devoción de Josefo hacia los romanos dado que la forma de pacificar de éstos en la Primera Guerra Judía fue entras por el Norte aniquilando y esclavizando a todo bicho viviente.

Bueno, vamos al grano, que me voy por lo cerros de Galilea .... el tema es que Josefo nos detalla bastante bien el reinado de Herodes el Grande. Este rey de los judíos (rey, rey, .... unos de los cuatro tetrarcas puestos por los romanos a dedo, cual si de Esperanza Aguirre se tratara) no era precisamente muy querido por su pueblo, aunque fue un gran constructor. Los israelíes tuvieron dos templos: el de Salomón y el de Herodes. Ciudades como Cesarea también fueron obra suya con lo que podemos pensar ¿y porqué no era querido el amigo? Pues por dos motivos: no se le consideraba un judío al 100% (como vemos la cosa del racismo no es un invento moderno) y tenía un poco de mala leche, un pelín, como que a diferencia de ahora, el ser familiar del que manda era casi una invitación a recibir la visita del verdugo. Entre otros creo que se cargó a hijos, hermanos, esposa, .... Vamos, que no parecía muy partidario del nepotismo. Lo cierto es que eso le sirvió para gobernar durante 24 años.

Al final de su vida Herodes se encontraba muy solo y bastante jodido a tenor de la descripción de Flavio Josefo (Atormentábanle dolores del cuello muy continuos; los pies se le hincharon como entre cuero y carne; hinchósele también el vientre, y pudríase su miembro viril con muchos gusanos; tenía gran pena con un aliento tras otro; fatigábanle mucho tantos suspiros y un en­cogimiento de todos sus miembros) y sospechaba que los judíos a su muerte, en lugar de llorarle debían estar metiendo ánforas de cava en dónde lo pusieran para tenerlo fresquito para celebrar cuando fuera menester. Flavio Josefo nos describe lo que se le ocurrió al animalico:
Desconfiando ya de su salud, mandó dar a sus soldados cincuenta dracmas, y mandó repartir mucho dinero entre los regidores y amigos que tenía; y como volviendo hubiese lle­gado a Hiericunta corrompida su sangre, parecía casi ame­nazar él a la muerte. Entonces pensó una cosa muy mala y muy nefanda, porque mandando juntar los nobles de todos los lugares y ciudades de Judea en un lugar llamado Hipódro­mo, mandólos cerrar allí. Después, llamando a su hermana Salomé y al marido de ésta, Alejo, dijo: "Muy bien sé que los judíos han de celebrar fiestas y regocijos por mi muerte, pero podré ser llorado por otra ocasión, y alcanzar gran honra en mi sepultura, si hiciereis lo que yo os mandare; matad todos estos varones que he hecho poner en guarda, en la hora que yo fuere muerto, porque toda Judea y todas las casas me hayan de llorar a pesar y a mal grado de ellas." 

Vamos, que no se le ocurrió otra cosa mejor que tomar como rehenes a los miembros de la nobleza (lo más parecido a la oposición que había en la época) con la sana intención de llevárselos por delante para evitar que se celebrase su muerte o que pro el mismo precio, hicieran celebración y funeral (que el denario es el denario)

Al final, nos cuenta Josefo que consiguieron engañar a los guardias, salvando a los prisioneros antes de que se produjera la matanza:
Salomé, juntamente con su marido, antes que supiese el ejército la muerte del rey, había salido para dar libertad a los presos que Herodes mandó matar, diciendo que él había mudado de parecer y mandado que cada uno se fuese a su casa. Después que éstos fueron ya libres y se hubieron partido, fuéles descubierta la muerte de Herodes a todos los soldados. 

Pues esta es una explicación bastante plausible de lo que era la matanza de los inocentes, que puede ser o no. Lo cierto es que esto ocurrió cuatro años antes del año cero y unos diez antes del censo de Quirino.

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Armaduras.

He de reconocer que últimamente no me estiro demasiado en el tema bloguero este. Tampoco voy a molestarme en hacer propósito de enmienda so...