miércoles, 26 de agosto de 2015

Algunos detalles sobre Waterloo (I)

La idea de esta entrada no es relatar los acontecimientos de Waterloo ya que para ello seguro que hay cienes y cienes de páginas al respecto y mucho mejores que esta sino contar una serie de cosas que pensamos que son de una manera determinada (muchas veces el cine nos lleva a un concepto equivocado) y son de otra, bastante más curiosa. Tómese como una relación de enmiendas o aclaraciones a lo que se suele pensar. Pues ya puestos en harina, empezamos.

Los jefes y los ejércitos

Se suele pensar que Waterloo es una batalla entre los ejércitos francés e inglés comandados por Napoléon y Wellington lo que es un olvido considerable hacia los belgas y los prusianos. De hecho, sólo el ejército prusiano era de un tamaño similar al francés. El ejército prusiano estaba comandado por el Mariscal Adelante también conocido como Gebhard Leberecht von Blücher, un señor que con 73 años dirigía el ejército prusiano con un entusiasmo que ya quisieran muchos.  Quizás su saludable dieta de ginebra, café y cebollas tuviera algo que ver. Mujeriego y jugador, era muy apreciado por sus tropas. Recuerda a cierto campechano.

Los ejércitos aliados (anglo-belga y prusiano) formaban parte de la Séptima Colación y eran "lo que había" en ese momento, a la espera de que llegaran los refuerzos de rusos y austriacos con otros 150.000 hombres para marchar contra Napoleón. El movilizar 150.000 hombres incluso para grandes potencias no era moco de pavo y luego, la marcha a golpe de calcetín a lo largo de media Europa hasta unirse a los aliados prusianos y anglo-belgas podía llevar meses. El ejército inglés era parte del antiguo Ejército Peninsular de Wellesley con que se había batido en la Península Ibérica (la otra parte estaba en América) y el ejército belga estaba formado por tropas poco experimentadas y poco fiables dado que era en buena parte formada por gentes francófonas que simpatizaban más con Francia que con los aliados.

Por su parte Napoleón había perdido a la gran mayoría de su Grande Armée en la desastrosa campaña de Rusia. De 300.000 franceses (la Grande Armée la formaban unos 600.000 hombres de diversas nacionalidades) sólo habían vuelto a Francia algo más de 30.000. A toda prisa había formado un ejército tras su vuelta de Elba formado por veteranos, reclutas con una calidad inferior a la de los veteranos que habían caído en Rusia. Su Armée du Nord disponía de unos 128.000 hombres para enfrentarse a aproximadamente el doble de sus rivales inmediatos.
Algo así debía ser la Guardia Imperial en 1815. Fuente: propia

Hay que destacar un factor muy importante que son los estados mayores. 
  • El alegre Blücher estaba respaldado por un jefe de estado mayor que ha pasado a la historia como sinónimo de eficiencia: August Neidhardt von Gneisenau. Este señor fue capaz de poner en orden de batalla un ejército descompuesto por la derrota en dos días. 
  • El Duque de Wellington disponía de un eficaz jefe de estado mayor conocido como Arthur Wellesley (anteriormente Wesley) Como el lector sagazmente se habrá dado cuenta, Wellesley no se fiaba de nadie y era su propio jefe de estado mayor. Un personaje frío y calculador que sabía donde y cuando debía estar. 
  • Napoleón disponía a lo largo de todas sus campañas de un muy eficaz jefe de estado mayor llamado Louis Alexandre Berthier que era capaz de interpretar todas las órdenes de Napoleón y hacérselas llegar a sus subordinados de manera clara y segura: llegaba a enviar las órdenes por triplicado con tres mensajeros distintos y por rutas diferentes. Por desgracia no estaba disponible ya que había fallecido quince días antes. Este jefe de estado mayor jamás dejaba que saliera una orden escrita de puño y letra del Emperador: su letra era infame y sus redacciones daban lugar a interpretaciones confusas. Fue sustituido por Jean de Dieu Soult, muchísimo menos capaz.
Este pudo haber estado en Waterloo (es de 1813)
salvo por el detalle de que es un cañón naval. Fuente: propia

Los planes

Hoy en día es muy fácil decir que este fulano se equivocó en esto, que el otro en lo otro, que yo hubiera hecho tal cosa, que yo otra, .... Pues hay que tener en cuenta varios factores:
  • El enemigo no te suele contar los planes que tiene. Es más, incluso a mala idea, te intenta engañar y todo. Básicamente sabían que había un ejército enemigo con muy malas intenciones y poco más. Luego a base de patrullas, reconocimientos, prisioneros, espías, hablando con la gente vas averiguando cosas.
  • Las comunicaciones se hacían principalmente a golpe de calcetín y de uña de caballo. Tu envía un mensaje a un cuerpo de ejército que tengas a 15 kms y primero que llegue (no tengo muy claro cuanto puede correr un caballo, pero supongo que necesitará al menos hora y pico para recorrer esa distancia) y luego, encuentra al destinatario si no se ha perdido el mensajero o el destinatario antes.
  • Mover 100.000 hombres (o cualquier fracción de ellos) por caminos de tierra o caminos entre montes no es fácil. Añade que hay que llevar municiones, comida, cañones, .... Vamos que mover una división de unos 5.000 hombres puede implicar una columna de varios kms. Además quizás la infantería podrá ir por cualquier parte (dentro de unos límites) pero mover un cañón de 6 libras que puede pesar 900 kg fácilmente por un camino embarrado me da a mí que no debe ser cómodo. Vamos, que cuando veamos un mapa con un cuerpo de ejército a pocos kms deberíamos pensar que mover eso no es precisamente fácil. Y no es solo moverlo, espérate a que lleguen todos para formar en orden de combate.
Los planes de los aliados eran relativamente sencillos: esperar a que llegaran los aliados rusos y austriacos para marchar sobre Francia con una superioridad abrumadora. Mientras, estaban desplegados en un frente de unos 160 kms en los alrededores de Bruselas, al sur. Los ingleses hacia el Oeste y los prusianos hacia el Este ¿y por qué? Pues por un motivo muy simple. Los prusianos se abastecían desde lo que hoy es Alemania y la ruta de huida hacia casa era en dirección al Este. Los ingleses se abastecían por mar desde Ostende y si tenían que salir por patas, ese era el camino para embarcarse hacia el Reino Unido. Lo cierto es que los dos tenían más miedo respeto a Napoleón que a un nublado y en ningún caso querían enfrentarse al corso. 

El motivo de estar tan separados es muy sencillo, no se dispone de líneas de abastecimiento tan potentes como alimentas y suministrar a tanta gente, con lo que el ejército se debe alimentar con lo que compre a la población (Wellington siempre fue muy estricto con eso, nada de saqueos salvo en Badajoz y otras minucias para evitar que se ponga la población en contra) y los alimentos de que disponen son limitados. Esto implica otro problema adicional, para el momento de la batalla debes concentrar a tus tropas, algunas desde 50 kms o más. Dependiendo del terreno si se pueden recorrer 50 kms en un día ... o no. En este caso tenemos el bonito verano belga, donde un día que achicharraba de calor (para los estándares de alemanes y británicos) y al día siguiente de ahoga con un aguacero que deja el terreno hecho un barrizal.

El plan de Napoleón era más ambicioso: derrotar a los ejércitos aliados uno por uno y por separado. Para ello había hecho cortar la frontera con el fin de evitar que salieran noticias de Francia hacia Wellington y Blücher y cuando se dieron cuenta, la Armée du Nord ya estaba camino de Bruselas.
¡Si hubieran tenido este mapa! Fuente: Wikipedia


La parte de la batalla la voy a omitir, como he dicho, por ahí hay páginas más que interesantes de las que no voy a poner ningún enlace en atención a la vergonzosa Ley de Propiedad Intelectual.

Como esto se hace muy largo, ya escribiré otro con los temas que quería de verdad ... lo cierto es que como introducción, me ha quedado un poco largo.

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Armaduras.

He de reconocer que últimamente no me estiro demasiado en el tema bloguero este. Tampoco voy a molestarme en hacer propósito de enmienda so...