domingo, 16 de mayo de 2010

Mitos de la SGM (V) El Radar

Tras haber visto en las entradas previas que Alemania, la URSS y USA trabajaban en la tecnología del radar en los años 30, vamos a ver a los más famosos radareros (que no los únicos, como hemos visto) de la SGM: los británicos.

El radar británico tiene nombre propio: Robert Watson-Watt. La cosa debía ser de familia, ya que un antepasado suyo era James Watt, el inventor de la máquina de vapor. Si su antepasado revolucionó el S.XVIII, su descendiente tuvo mucho que en que la segunda mitad del S.XX fuera como fue. Este señor empezó trabajando en 1915 para el departamento meteorológico y se le ocurrió utilizar ondas de radio para detectar las tormentas (los rayos ionizan el aire) Para ello usaba una antena direccional y un osciloscopio ... ¿empieza la cosa a sonar familiar? Pues aquí tenemos un ejemplo de radar pasivo (los rayos producen la energía que detecta el parato)

Los británicos estaban traumatizados por los ataques aéreos. En la IGM los alemanes habían bombardeado Inglaterra mediante los dirigibles de Zeppelin y los bombarderos de largo alcance (por aquella época) Gotha. Por ello su intención era crear una especie de rayo de la muerte capaz de acabar con esa amenaza. Aunque eso nos parezco hoy en día una idea peregrina, tiene su lógica: los experimentos alemanes con radares acababan con los conejos que estaban cerca, con lo que los británicos querían saber si era posible hacer eso a un avión. Y por ello, acudieron al que más sabía del tema: Robert Watson-Watt. Este calculó que tal cosa no era posible pero si apuntó la posibilidad de utilizar la idea para detectar al enemigo. en 1935, se realizó un experimento secreto, instalándose dos antenas receptoras y utilizando torres de la BBC como emisor. El radar iniciaba su andadura en UK y hoy día una placa lo conmemora.

Placa conmemorativa. Fuente: Wikipedia.

Para 1939 una veintena de gigantescas estaciones de radar estaban operativas. Los ha que han seguido un poco esta serie recordarán los radares alemanes, soviéticos o estadounidenses que, salvando mucho las distancia, recuerdan a los equipos modernos (se podían transportar en camiones, eran más o menos portátiles) pues los equipos ingleses eran todo lo contrario: la parte emisora eran torres de 110 metros de altura, mientras que los receptores, eran torres de 70 metros con una longitud de onda de 12 metros (recordemos, menor longitud de onda, mejor resolución) con un alcance de una 100-120 millas (de 160 a 200 kms aproximadamente) Cómo no, tan discretos dispositivos fueron detectados por los alemanes que enviaron un Zeppelin a investigar que era aquello, detectando las emisiones de los radares. Y como los alemanes no son tontos y también tenían cosas de esas, enseguida supieron que era.

Todo este tinglado era conocido como la Chain Home, la cadena de estaciones de radar que protegían Gran Bretaña. Todo esto se complementaba con vigías, escuchas y toda la parafernalia de la defensa antiaérea, pero el corazón de todo aquello, lo que lo hacía funcionar, estaba en el Mando de Caza, en Bentley Priory. Aquí se recogía toda la información disponible de los radares, vigías y la que se disponía gracias a Ultra y se enviaba a las unidades de caza hacia sus objetivos. Es este mando centralizado lo que dio a los ingleses la ventaja en la Batalla de Inglaterra (bueno, eso y los fallos alemanes)


Estación receptora de la Chain Home. Fuente: Wikipedia


Curiosamente, los alemanes nunca dedicaron un esfuerzo especial en suprimir las estaciones de radar, cosa que es lo primero que se hace hoy en día en cualquier operación aérea seria, lo que permitió que toda esta información siguiera fluyendo hacía el Mando de Caza durante toda la batalla.

La Royal Navy también estaba trabajando en algo similar, aunque sus éxitos no han sido tan sonados, pero si meritorios, empezando a montar radares en los navíos en 1937. Gracias al radar los ingleses consiguieron cazar al Graf Spee, aunque está mas bien en el debe alemán. El comandante del Graf Spee, al detectar las emisiones del radar de los cruceros británicos pensó que había sido detectado, cosa que no había ocurrido en realidad. 

A mi me gustaría hacer notar el secretismo inglés con el radar. Pensaban que eran ellos los únicos que lo poseían (cierto que muchas cosas en aquella época eran secretas en muchos países) y por ello su perplejidad al ver que los alemanes ya lo tenían montado en el Graf Spee y también ser sorprendieron a que USA también disponía de estos inventos. No suele ser una buena idea el confiar la seguridad de las cosas al secreto únicamente. También los alemanes pensaron que su secreta Enigma era desconocida por todos y los polacos la descifraban desde los años 30. En general, pensar que tú eres el listo y los demás no lo son tanto como tú es una mala idea. No sólo los países que he contado disponían de tecnología relacionadas con la detección por ondas de radio. Otros como Francia, Japón o Italia disponían de sistemas más o menos avanzados (al final, todo se reduce a la capacidad de producción) aunque como esto ya se me ha quedado un poco largo y no los conozco ni he encontrado demasiado al respecto voy a omitirlos. Mientras, voy a ir pensando en la siguiente entrada del blog.




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